El aceite de La Rioja otorga en la cocina un toque de calidad y distinción. Su delicioso sabor personaliza cada plato ofreciendo múltiples usos culinarios. En crudo o en frituras, se utiliza en todas las comidas como uno de los principales pilares de la alimentación.

Para desayunar, es un delicioso manjar untado en tostadas. Exquisito y saludable, el aceite de oliva virgen extra es el único aceite vegetal  que se puede ingerir en crudo invitando al consumidor a disfrutar de sus extraordinarios aromas y sabores.

Como aperitivo antes de las comidas, se presenta como una propuesta original servido en un cuenco para untar con pan. El aceite crea una capa protectora en el estómago que contribuye a una mejor digestión, sobre todo en el caso de comidas copiosas.

Sus cualidades sensoriales hacen del aceite de La Rioja un alimento idóneo para el aderezo y aliño de numerosos platos y ensaladas. Confiere una gran personalidad a recetas de verduras en crudo, pescados y carnes cocinados bajo diferentes prácticas.

En los procesos de frituras, el aceite de oliva virgen extra ofrece mayores ventajas que otros aceites vegetales. Al tener mayor temperatura de ebullición, crea una capa protectora alrededor del alimento que impide que se empape y retiene sus jugos. El consumo de aceite y la ingestión de calorías son menores.