Con una concentración de 70 ppm, los aceites de la DOP ‘Aceite de La Rioja’ presentan niveles de ácido oleico superiores a la media en aceites de similares características. Así lo refleja el estudio ‘Caracterización de parámetros de calidad del aceite de oliva virgen extra de la denominación de origen Rioja’, desarrollado por el CTIC y ASOLRIOJA con la colaboración de la ADER. El estudio ha sido presentando recientemente por el Director de Calidad Agroalimentaria, el gerente de la ADER, el presidente de ASOLRIOJA y por Elena Romero, técnico del CTIC responsable del proyecto.

El proyecto se basa en el análisis de aceites riojanos con DO de las campañas 2006-2007, 2007-2008 y 2008-2009 para conocer el valor añadido de nuestro aceite en diferentes parámetros. Además de los beneficios saludables de aceites de oliva virgen extra de nuestra región por el gran aporte del ácido oleico, se han obtenido otra serie de conclusiones que permiten caracterizar los aceites y conocer las diferencias que existen entre ellos.

Como característica general, los aceites amparados por la DOP ‘Aceite de La Rioja’ son frutados, ligeramente verdes-amargos, picantes y dulces. Presentan atributos muy equilibrados, con aromas verdes que recuerdan a la alcachofa fresca y, en paladar, trae vestigios de tomate y huerta. Son amargos y picantes al inicio de la campaña y más dulces al final, con aromas a manzana y almendra fresca. También se caracterizan por su fluidez, con lo que aportan una sensación muy agradable al catarlos. Éstas son las conclusiones de los resultados de los análisis organolépticos de un panel de cata oficial y del cromatógrafo, que determina la huella dactilar de aromas.

Las diferencias en las características sensoriales de los aceites analizados vienen determinadas por la variedad de olivo, las condiciones edafológicas, las circunstancias climáticas, la forma de recolección y el tiempo de espera entre la recolección y la molturación. Entre los aceites de Rioja Baja, Media y Alta, se aprecia que los de Rioja Alta contienen índices de amargor ligeramente superiores. En cambio, los de Rioja Media y Baja son más dulces.

No obstante, tanto los análisis organolépticos como los fisicoquímicos reflejan que el comportamiento de los aceites de la DOP ‘Aceite de La Rioja’ de todas las zonas de la comunidad difiere muy poco entre sí. Los aceites elaborados bajo la denominación de origen tienen semejanzas para el 80% de los atributos analizados. Sólo son significativamente distintos en valores como el índice de peróxidos y de color.
El oro líquido de nuestra región pertenece a la escala cromática del verde-ocre. El de Rioja Baja presenta tonalidades más verdes, características de los aceites con aromas y sabores frutados. Por su parte, los aceites de Rioja Alta son más ocres, color que simboliza la presencia del atributo del amargor-verdor en el aceite, debido al uso de olivas que no han terminado de completar su maduración.

Con unas características muy diferenciales, el estudio concluye que todos los aceites de La Rioja con denominación de origen presentan grandes cualidades y notas de calidad. Además, su alto contenido en ácido oleico le convierte en alimento indispensable para nuestra dieta, ejerciendo un efecto beneficioso para la salud.