Organizado por el Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ-CIHEAM) y el Consejo Oleícola Internacional (COI), instituciones ambas que han alcanzado recientemente su 50 aniversario esforzándose por promocionar la región mediterránea y el sector olivarero, acaba de celebrarse en la capital aragonesa el Seminario Internacional sobre 'Presente y futuro del sector olivarero mediterráneo'. Dentro de este contexto el Seminario exploró su futuro: sostenibilidad, tecnologías, industria nutracéutica y nuevos mercados para incrementar cuota. Y es que el cultivo del olivo constituye un elemento clave. Este árbol, capaz de crecer en suelos pobres, está bien adaptado al clima mediterráneo, que se caracteriza por tener lluvias escasas, veranos con altas temperaturas e inviernos suaves. De los casi 3,3 millones de toneladas de aceite de oliva que prevé el COI se producirán a nivel mundial en esta campaña 2011/2012, el 97% corresponde a la región mediterránea. También procede de esta misma región el 83% de los 2,6 millones de toneladas de aceitunas de mesa estimadas para la campaña 2011/2012, que son el otro producto olivarero importante.
La producción de aceite de oliva y aceituna ha ido incrementándose de forma espectacular en las últimas décadas, hasta alcanzar más del doble para los aceites de oliva y multiplicarse por 2,7 para las aceitunas. Este incremento se debe en parte al establecimiento de plantaciones intensivas que utilizan sistemas de producción muy distintos de los tradicionales, incorporando técnicas como el riego, material genético mejorado, poda, marcos de plantación, etc., con lo cual se han logrado altos rendimientos y un fuerte grado de mecanización. Sin embargo, no cabe olvidar el papel importante desempeñado por los sistemas olivareros tradicionales en muchas zonas mediterráneas desfavorecidas y de condiciones difíciles, pues estos sistemas son multifuncionales y contribuyen al desarrollo rural, la conservación del paisaje y la preservación del medioambiente contra la erosión y la desertización. El consumo de productos del olivo ha seguido la misma tónica, siendo la región mediterránea el principal consumidor, si bien otros países importantes tanto externos a la UE, entre los que destacan Estados Unidos, con un consumo de 275 mil toneladas de aceite de oliva y 240 mil de aceitunas para la campaña 2011/12, casi totalmente importados, Brasil, Australia, y Canadá, como de la propia UE —Alemania y Reino Unido principalmente—, se están convirtiendo en grandes consumidores e importadores. Este crecimiento continuo de los mercados se debe a las cualidades gastronómicas de los productos del olivo y a su condición de alimentos saludables basada en sus propiedades nutritivas y funcionales, que se han promocionado acertadamente como uno de los componentes más notables de la Dieta Mediterránea. También han influido sin duda las importantes mejoras en los aspectos de postcosecha y procesado a fin de responder a las demandas de estándares de alta calidad en estos mercados muy desarrollados.
Añadir nuevo comentario