El
olivo es un cultivo de larga tradición en
La Rioja. Los primeros indicios de su existencia en la región datan de la época de los romanos. El tipo de prensa utilizada hasta el siglo XIX y restos hallados en las localidades de Murillo del Río Leza y Alfaro desvelan que, en la época romana, ya se elaboraba
aceite en
La Rioja.
El cultivo ha experimentado números cambios a lo largo de la historia. David Marcos, técnico de Viveros Provedo y autor de la página
www.variedadesdeolivo.com relata que, “en el año 1.926, la entonces provincia de Logroño, hoy Comunidad Autónoma de
La Rioja, disponía de 5.845 has de olivar, algo menos que a inicios de siglo cuando se citaban las 6.000, paradójicamente las mismas que a fecha de hoy, después de numerosos vaivenes históricos. El valor económico de la producción de
aceite se citaba en medio millón de pesetas (3.000 €), para una cosecha de unas 500 toneladas (incluyendo el autoconsumo), estando el kilo de
aceite de oliva en España alrededor de las dos pesetas. El jornal agrario podría rondar las cuatro pesetas, de tal forma que un jornalero de entonces podría adquirir dos kilos de aceite al día frente a los veinte a precios de hoy.” ¿Será que los salarios eran muy bajos o que el precio del
aceite era muy elevado?
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